El somier de láminas es una de esas bases clásicas que nunca fallan. En Santiago de Compostela lo buscan mucho quienes valoran un descanso flexible, transpirable y duradero. Las láminas trabajan de manera independiente, lo que significa que el colchón se adapta mejor a cada parte del cuerpo.
Lo bonito de este tipo de somier es su sencillez: combina bien con colchones de viscoelástica, de muelles o de látex, y ofrece esa sensación de frescura que tanto se agradece en el clima gallego. Es la opción perfecta para quienes quieren un apoyo firme pero no rígido.
El somier de madera tiene un encanto especial. No solo aporta resistencia, también da un toque cálido al dormitorio. En Galicia muchos clientes lo eligen porque la madera combina con cualquier estilo y mantiene la estabilidad con el paso del tiempo. Además, es un material silencioso, lo que hace que los movimientos durante la noche sean más suaves y tranquilos.
Las láminas son el corazón de este tipo de base. Pueden ser más anchas o más estrechas, con diferentes grados de firmeza, pero siempre con el mismo objetivo: sujetar bien el colchón y permitir que transpire. Es gracias a ellas que el somier se adapta de manera natural a la forma de dormir de cada persona.
Un somier articulado en Santiago de Compostela ofrece una comodidad extra: permite elevar la espalda o las piernas para encontrar la postura perfecta. En Santiago es cada vez más habitual verlo no solo en personas mayores, sino también en quienes buscan leer, ver una serie o simplemente descansar en otra posición sin renunciar al confort.
Transpiración constante: permiten que el colchón respire y se mantenga fresco, algo clave en el clima húmedo de Galicia.
Flexibilidad en el descanso: las láminas se adaptan a la presión del cuerpo, aliviando puntos de carga.
Durabilidad con materiales naturales: los modelos de madera son resistentes y aportan un toque cálido al dormitorio.
Compatibles con todo tipo de colchones: colchones visco, colchones de muelles o colchones de látex, siempre ofrecen un buen apoyo.
Sí, aunque la base tapizada también es transpirable. La estructura abierta de un somier de láminas deja circular el aire, lo que ayuda a evitar acumulación de humedad y calor, algo muy importante en Santiago.
El metálico suele ser más ligero y económico, mientras que el de madera transmite más calidez, estabilidad y durabilidad. La elección depende del estilo del dormitorio y de lo que busques en tu descanso.
No, está diseñado para aguantar el peso con suavidad y adaptarse al colchón sin perder comodidad. Al contrario, añade versatilidad al descanso y suele sorprender a quienes lo prueban por primera vez.
Funciona muy bien con colchones de viscoelástica y colchones de látex, porque se adaptan a la flexibilidad de las láminas. También con los colchones de muelles, siempre que sean de buena calidad.
